No estaba fino el Bayern, pero a un equipo de este calibre no le puedes dar ni un metro. Ni un respiro. El RB Leipzig, después de perdonar en más de una ocasión el primer tanto del partido, lo padeció en sus carnes.
Se desdobló Alaba por la banda izquierda y adelantó a Coman. Este le dio el balón y el austriaco la puso al corazón del área. Ahí estaba Robert Lewandowski, pero parecía difícil que pudiera rematar.
Porque el balón iba a su espalda. Unos centímetros por detrás de su posición. Pero el ariete polaco demostró por qué es uno de los mejores en su demarcación. Porque se inventó un remate que dejó con el molde a Gulácsi.
25 de mayo de 2019
Saltó hacia atrás y con un giro de cuello tan difícil como espléndido, cabeceó al fondo de las redes el que resultó ser el 1-0. El cancerbero húngaro reaccionó bien, se estiró, pero no llegó. La primera, adentro. Nunca perdones la vida al Bayern.