Como cada año, Rafinha vuelve a acaparar parte de las miradas del Barcelona. Una vez más, el futbolista está en la rampa de salida y, a la misma vez, no.
Durante este verano han llegado por él varias ofertas, una de las que estuvo más cerca de cerrarse fue una del Valencia, pero el drama interno en la capital del Turia chafó las opciones.
Uno de los principales problemas que hay con Rafinha es su delicado estado físico. No hay quien a estas alturas dude de su calidad como jugador.
Pero, en la contraparte, son muchos los que están convencidos de que el futbolista parece estar hecho de cristal. Dos lesiones de gravedad, además de otras menores, han frustrado la que podría haber sido una carrera esplendorosa.
De acuerdo con la información de 'AS', el Barcelona solo baraja dos opciones para él en este final de mercado. O sale vendido o se le renueva el contrato. La cesión no parece ser una alternativa.
Tampoco que salga gratis. Su contrato termina el año en que viene, por lo que no permitirán que a partir de enero vaya a negociar con otros clubes. Él quiere minutos y Valverde podría concedérselos.