Ross Barkley ha vivido un verano bastante movidito en el mercado de fichajes. Y es que el futbolista de los 'toffees' podría haber salido de la entidad justo el mismo día 31 de agosto.
Algunas informaciones apuntaron a que se echó atrás al pasar el reconocimiento médico con el Chelsea, aunque él mismo tuvo que desmentirlo. Por ello, el Tottenham ha decidido ir a la carga para cerrar su contratación en enero de 2018.
El centrocampista inglés, que tiene contrato en vigor con el Everton hasta mediados del año 2018, podría marcharse a los 'spurs' por una cantidad reducida respecto a las pretensiones iniciales de los 'toffees'.