Con la Superliga siendo ya parte de su historia, el Tottenham sumó tres puntos más que vitales en su pelea por clasificarse para la próxima Champions League tras derrotar por 2-1 al Southampton. Eso sí, el triunfo llegó con mucho sufrimiento.
En el primer partido del cuadro londinense tras despedir a José Mourinho, el Tottenham tuvo que esperar hasta el último minuto para lograr la victoria ante un equipo prácticamente sin aspiraciones en este final de Premier League.
Las cosas empezaron muy mal para el equipo de Londres, que comenzó 0-1 abajo en el marcador tras un gol en el minuto 30 de Danny Ings. Pese a los intentos locales, el marcador no se movió antes del descanso.
Con la necesidad de remontar, el Tottenham fue con todo a por la victoria y pronto se acercó a la misma con un buen gol de Gareth Bale, que puso las tablas cuando se cumplió la hora de partido. Sin embargo, el 2-1 se resistió hasta que en el último suspiro, con el Southampton acariciando el empate, un penalti transformado por Son Heung-Min dejaba los puntos en casa.
De esta manera, el conjunto de Ryan Mason, debutante en el banquillo, se colocó con 53 puntos, a solo tres puntos de la tercera plaza del Leicester (que tiene dos partidos menos), lo que aventura un final de Premier de infarto de cara a la lucha por Europa.