Los inicios de Fabinho en el Viejo Continente fueron algo curiosos. Llegó al Rio Ave procedente de Fluminense con un contrato de seis temporadas bajo el brazo, pero nunca llegó a jugar en el equipo portugués.
En la temporada 2012-13 jugó cedido en el Castilla e incluso llegó a debutar con el Real Madrid. Al año siguiente, salió bajo préstamo rumbo al Mónaco, donde encontró su lugar en el fútbol europeo.
Una vez terminada su primera campaña en el Principado, el Mónaco decidió fichar a Fabinho a título definitivo y pagó seis millones de euros para cumplir sus deseos. Con esta operación, el Rio Ave obtuvo un gran beneficio por un jugador que ni siquiera llegó a defender su camiseta.
El resto de la trayectoria en Europa de Fabinho es bien conocida. Tras varios cursos en la Ligue 1, el brasileño puso rumbo al Liverpool por 50 'kilos'. Desde 2018, el mediocentro ha conquistado una Champions, una Premier, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes. Este miércoles, llegará a los 150 partidos con los 'reds' si juega contra el Inter de Milán.