La última vez que se vio a Cristiano Ronaldo hacer uso de este 'truco' fue en marzo de 2018, en un partido de Champions ante el PSG. ¿Y en qué consiste? Muy fácil.
Como confirmó su ex compañero Rio Ferdinand, Cristiano en ocasiones se ayuda del césped para imprimir una potencia endiablada a sus lanzamientos de penalti.
Con el pie de apoyo logra, sin tocar el balón (y por tanto, sin invalidad la jugada), que este se alce unos centímetros, pudiendo golpear mejor al esférico, con más fuerza si cabe.
Eso lo hace gracias a su propia fuerza de pisada. El césped de los estadios no crece de forma natural, sino que está formado por tepes, alfombras sembradas de hierba que se pueden deslizar mínimamente sobre la base de tierra si se dan las condiciones adecuadas.
Y eso, ¿en qué afectó a Sandro el pasado domingo en Zorrilla? Como ocurriera el pasado curso, al Real Valladolid le ha pillado el toro con las obras de su estadio, y comenzó al temporada con su césped recién plantado.
Los tepes no terminaron de agarrar, y ya se vio que algo fallaba en el debut ante Osasuna. Los resbalones estaban a la orden del día, y los 'chuletones' de césped saltaban casi en cada jugada.
Ante el Atlético ocurrió lo mismo. El césped seguía sin haber enraizado bien, y Sandro lo pagó. No porque quisiera imitar a Cristiano Ronaldo con su lanzamiento de penalti, sino porque no se esperaba lo que iba a suceder.
En directo resultó extraño que lo lanzase tan mal. Cualquiera que haya jugado al fútbol, viendo su postura corporal, rápidamente intuyó que algo había fallado. Sandro puso su pie izquierdo a la altura del balón, y no tenía el cuerpo inclinado hacia atrás.
Era imposible, por tanto, que ese disparo se hubiese podido ir a las nubes como se fue sin que nada externo mediase. Un servidor, en cuanto lo vio, sospechó que el césped podía haber sido el culpable.
Y una repetición a cámara lenta del lanzamiento confirmó mi hipótesis. Al pisar Sandro con su pie izquierdo al lado del balón, el césped se movió, levantando ligeramente la pelota.
October 6, 2019
Eso provocó que el delantero canario golpease al esférico un poco por debajo de donde tenía previsto, mandando el balón a la grada. Sandro ya no lo miraba en el momento de pisar con el pie de apoyo, y no vio venir lo que iba a suceder, hasta que vio cómo, sin comerlo ni beberlo, lo había sacado del estadio.
Quizá si Sandro hubiera sabido que eso podía ocurrir, hubiera sido más cauto a la hora de golpear. O quizá hubiera intentado, como Cristiano Ronaldo, que jugase a su favor. Lo que nadie duda ahora mismo es que habrá aprendido la lección.