Hay quien cree que el galardón ya está concedido o adjudicado en un 80%. Hay quien opina que un fulgurante inicio de la temporada marca seriamente el sprint final. Lo que no es menos cierto es que Tallin supone una última gran reválida para que dos de los 'tapados' se presente en diciembre con el máximo de papeletas posible a levantar el Balón de Oro.
Una encuesta universal situaría a Cristiano Ronaldo en la pole para llevárselo por sexta vez a casa. Flamante campeón de la Champions por tercer año consecutivo, en el Mundial no le marcharon las cosas tan bien, pero fue tanto el ruido que hizo en su última temporada como madridista que ello parece irrefrenable viendo los precedentes de los últimos años.
A expensas de cómo arranque el curso con la Juventus, la Supercopa de Europa es, como si fuera un videojuego, la última pantalla en la que tanto el galo como el croata pueden sumar más puntos.
Griezmann se presenta en la gran cita con el Mundial y la Europa League en el bolsillo. Además, habiendo marcado en ambas finales y siendo protagonista.
Modric, por su parte, fue el líder de la sorprendente Selección Croata, que solo perdió en la final de Rusia, y como timonel de la última Champions blanca. Además, fue elegido mejor futbolista del Mundial (Griezmann, Balón de Bronce).
Además, ambos consiguieron hacerse en tres ocasiones con el 'MVP' del partido durante el Mundial. El de la final, por cierto, se lo llevó el delantero rojiblanco.
Sin duda alguna, el que se lleve la gran final será a ojos de France Football un serio candidato. Al menos, para acabar entre los tres primeros. Ni que decir tiene que un gran papel individual en la victoria de su equipo reforzaría más la candidatura. Por más que el listón de Cristiano y Messi siempre esté alto.