El Atleti de Simeone es un equipo hecho a base de cartera, y no de cantera. No sin sacrificios, pero sin confiar en absoluto en la academia rojiblanca. Son muy pocos los que han llegado al primer equipo, tanto que ahora mismo solo hay un canterano en él.
Koke se ha quedado como el único canterano en el Atlético de Madrid. La marcha de Saúl, temporal o definitiva, le deja solo. Es una prueba de lo exigente que es Simeone con los jóvenes.
Han sido muy pocos los canteranos del Atleti que han llegado al primer equipo con el Cholo; menos aún los que se han asentado. Y muchos los que, tras hacerlo, acabaron marchándose.
Fue el caso, por ejemplo, de Lucas Hernández, y ahora de Saúl Ñíguez. Antes que ellos llegó Koke. Y ellos se fueron y él ahí sigue, con el brazalete de capitán y camino de ser el futbolista con más partidos de la historia del club. Ya está a solo 45 de Adelardo.
Es de esperar que Simeone incluya algunos canteranos en el primer equipo conforme empiece a tener bajas, pero con el descenso del Atleti B a Tercera RFEF, toda una catástrofe en materia de planificación deportiva, ha sufrido una diáspora.
Todo aquel con algo de talento ha salido cedido (la Tercera RFEF es poco exigente para ellos, pero el primer equipo es aún imposible) o traspasado. Solo su hijo, Giuliano Simeone, y el también jovencísimo Javi Serrano han sobrevivido a la quema. Quizá porque el Cholo les quiere cerca.
Los futbolistas vienen y van. Los años pasan, a veces se gana y otras no. Mientras tanto, solo Koke permanece.