Empezó su carrera en el Valencia, explotó en un Málaga que dejó su huella en Champions y llegó a la cima su carrera cuando logró con el Madrid la Champions de 2018 en Kiev, justo el acontecimiento anterior al Mundial de Rusia, en el que fue fundamental para la Selección.
Esta, en resumidas cuentas, es la carrera deportiva de un Isco que prometió mucho más de lo que ha dado. A las órdenes de Zidane fue importante en la consecución de las cuatro máximas competiciones continentales en cinco años, además de ser capaz de poner en duda a la 'bbc' en el pasado con su presencia.
Ahora, el malagueño está en un ostracismo poco veces visto antes. Además de haber tenidos problemas con su estado de forma, por el que llegó a discutir el propio jugador por redes ante sus seguidores, su apatía en el césped no ayuda a su recuperación y su vuelta parece compleja.
Sin embargo, ante el Getafe, Isco podría tener una nueva oportunidad de encauzar un camino que tiene de sobra arreglo (28 años) después de que los 'merengues' vayan con lo justo. Su titularidad parece prácticamente obligatoria para Zidane.
Aunque parece complicado que cambien las cosas, si el mediapunta cuaja una buena actuación ante uno de los conjunto más correosos de la Liga como lo es el de Bordalás, podría empezar a tener más minutos en el equipo blanco. Todo pasa por él y será él el que le ponga las cosas fáciles o difíciles a su entrenador.
Su última participación fue ante el Alavés el pasado 23 de enero en Liga. Salió en el 77' y jugó 13 minutos en un duelo que su equipo ya tenía ganado. Como titular no lo hace desde el 20 de enero, cuando salió de inicio en la derrota ante el Alcoyano, lo que supuso la eliminación en Copa.
Si recapitulamos aún más, sus presencias son testimoniales en la mayoría de jornadas. Zidane tiene confianza en él, pero ante los azulones tiene su ¿último? tren para recuperarla.