Da nombre al templo de los blancos y es una figura indiscutible y referente de la filosofía y el juego de la entidad. El famosísimo ex dirigente del equipo viajó a Brujas allá por 1976 para ser testigo directo del duelo europeo entre los dos contendientes.
La cita estuvo repleta de curiosidades que recuerda el diario 'AS'. Los blancos llegaron al estadio para entrenar y tuvieron que comprobar que la luz eléctrica del campo funcionaba correctamente. También vieron llegar a Courant, jugador rival, en bicicleta al edificio.
Los efectivos no llevaban botas de tacos largos, lo que dificultaba bastante la sujección con el césped y podría haber provocado graves lesiones. Los belgas ganaron por 2-0 gracias a un tempranero gol de Ulrik Le Fevre (en el minuto 17) y uno en propia puerta de Benito Rubiñán (en el 45').
"El árbitro se las sabía todas. Se pasó hablando todo el encuentro con el número 8 del Brujas, el inglés (Davies), que es su compatriota, y yo no sé lo que tramarían ambos", llegó a decir Bernabéu sobre la actuación del colegiado. A la vuelta, por si fuera poco el mal resultado, a los madridistas les pilló una huelga de controladores aéreos.