El Manchester United no hizo demasiado para ganar el partido, pero cuando enfrente tienes a un equipo triste como el Benfica, uno gana hasta sin querer.
Aunque poco hizo por ganar, el United fue el único que propuso algo en el partido. Fue el único que chutó entre los tres palos. El único que buscó con algo de interés el gol.
Tardó, pero obtuvo el premio a su tímida insistencia. Debutaba en Champions el jovencísimo Mile Svilar, un portero de sólo 18 años que jugaba su segundo partido oficial con el Benfica. Su aportación, lamentablemente, fue clave.
Ocurrió en el minuto 65 de partido. Marcus Rashford se disponía a botar una falta lateral al área del Benfica. Y le salió un centro envenenado, muy pasado, pero directo al arco.
Svilar reculó, y atrapó el balón, pero tarde. Tan tarde como dentro de su portería. Así, de esta manera tan tonta, llegó el gol de la derrota para el Benfica, demostrando que, a veces, la ley del mínimo esfuerzo da sus frutos.
Con esta derrota, el Benfica prácticamente dice adiós a sus aspiraciones de seguir en la Champions, y no se despide también de la Europa League porque el CSKA no está mucho mejor.
El United suma tres puntos más y se coloca como líder, con 9 de 9, dejando prácticamente asegurada su presencia, salvo catástrofe, en el sorteo de octavos.