Cuentan estas fuentes que el director ejecutivo, Ed Woodward, estaba decidido a que el italiano y el francés fueran las grandes apuestas de los 'red devils' esa temporada. Sin embargo, órdenes internas frenaron las operaciones.
Los Glazer, dueños del Manchester United, dieron un giro de timón en cuanto a la toma de las decisiones, que pasaron a los ejecutivos Matt Judge y Mick Court. Y estos, en consenso con José Mourinho, técnico por entonces, apuntaron a otros hombres.
Concretamente, el objetivo número uno pasó a ser el brasileño del Shakhtar Donetsk Fred, quien finalmente terminó viniendo. Sin duda, un cambio radical, más aún viendo que luego el atacanta tampoco cuajó (aunque se lesionó gravemente nada más llegar).
Se buscó también la llegada de un defensa contundente, pero no hubo manera de cuadrar números y negociaciones.