La sombra de Cristiano Ronaldo es muy alargada. Buena fe de ello dio este miércoles 22 de septiembre el Manchester United, que sin el luso y otros referentes tiró por el sumidero el primer título de la temporada al caer por 0-1 ante el West Ham en la tercera ronda de una EFL Cup que ya es historia para los 'red devils'.
Con sed de venganza tras la derrota por 1-2 en la última jornada de Premier, el West Ham sorprendió al United con un inicio agresivo y muy ofensivo que tuvo una rápida recompensa, pues Lanzini aprovechó una gran jugada de Fredericks para poner el 0-1 en el minuto 9. Los 'hammers' habían hecho lo más difícil y ahora la pelota estaba en el tejado del cuadro local.
Los pupilos de Solskjaer, sin sus principales referentes sobre el campo (salvo Sancho), reaccionaron bien y se hicieron con el dominio del esférico y con el control de las ocasiones, aunque las mismas no terminaban de ser todo lo claras que Solskjaer deseaba desde la banda. Solo un disparo a la madera de Mata tras un fallo de Areola puso en serio peligro al conjunto londinense.
Pese a las intentonas de los 'red devils', los pupilos de David Moyes, ex entrenador del Manchester United, supieron mantener su mínima ventaja al descanso. Se esperaba una pequeña revolución por parte del cuadro local de cara al inicio del segundo tiempo, pero saltaron los mismos protagonistas del inicio.
La pelota perteneció de nuevo a un cuadro mancuniano que funcionaba a ráfagas. Sus ataques no eran constantes y no hacían sufrir a su rival. Para más inri, en las pocas ocasiones que el West Ham se aventuraba en ataque, generaba casi siempre peligro o daba la sensación de poder ocasionarlo.
Solskjaer dio entrada a Greenwood pasada la hora de partido para intentar revolucionar el ataque y casi funcionó, pues el joven inglés tuvo una gran ocasión en sus botas tras un balón excelso al espacio de Van de Beek. Areola, ex del Real Madrid, se convirtió en el salvador de los 'hammers', pues evitó el tanto del inglés con una buena intervención.
Con el tiempo asfixiando ya al United, Bruno Fernandes saltó al campo con poco más de un cuarto de hora por delante. El luso debía ser el salvador de su equipo y estuvo cerca de serlo, pero uno de sus clásicos disparos desde fuera del área no encontró esta vez portería y se marchó cerca del palo derecho de la meta de Areola.
Pese a que lo intentó hasta el final, el United no encontró una recompensa que sí consiguió el West Ham tras un ejercicio de supervivencia sublime que le dio el pase a la siguiente ronda de la EFL Cup.