El Valencia se ha enfrentado a los tres equipos que han perdido la categoría esta temporada en las cuatro últimas jornadas. Al Valladolid lo dejó muy tocado, y selló los descensos de Eibar y SD Huesca. Más que juez, ha sido el verdugo de Primera.
Los descensos no son cosa de un partido, pero alguien tiene que ser el rival que te mande a Segunda. Esta temporada se ha dado el caso curioso de que dos de los tres descendidos comparten 'verdugo'.
Era una profesión necesaria en tiempos pretéritos, pero que nadie quería ejercer. Es por eso que siempre iba encapuchado, para que nadie pudiera reconocer a aquel cuya profesión consistía en ejecutar la ley hasta sus últimas consecuencias.
En el fútbol es menos dramático, y más aleatorio, pero a nadie le gusta descender a otro a Segunda. Porque podrías ser tú el año próximo. Sin embargo, tres son los que caen cada año, y eso es inevitable.
Este curso le ha tocado a Eibar, Valladolid y SD Huesca, tres equipos a los que el Valencia se ha enfrentado en las últimas jornadas. Tres equipos a los que los 'ches' han mandado matemáticamente a Segunda o bien los han dejado muy tocados.
El primero fue el Valladolid. A cuatro jornadas del final los blanquivioletas, dependiendo todavía de sí mismos, visitaron Mestalla. No hizo un mal partido el conjunto blanquivioleta, pero el doblete de Maxi Gómez, al filo del descanso y nada más volver de este, hundió su moral.
Ahí inició la debacle blanquivioleta, que ha cerrado la temporada encadenando cuatro derrotas seguidas, ante Villarreal, Real Sociedad y, en la última jornada, Atlético de Madrid. La derrota en Mestalla inauguró esta racha letal.
Pero no tanto como la del Eibar, en la penúltima jornada. Cayeron los 'armeros' en el feudo valencianista, y, por los resultados de sus rivales por la salvación, quedaron descendidos matemáticamente a falta de una jornada para el final.
El Valencia cerró el curso con su visita a Huesca, y en El Alcoraz volvió a descender, aunque le pese, a otro equipo. La victoria del Elche ante el Athletic obligaba a la SD Huesca a ganar para mantener la categoría, pero no hubo manera de romper el empate a cero.
Y así, el Valencia se confirmó como el juez, jurado y verdugo del descenso. Apuntilló a dos y hundió al tercero. La culpa nunca será del Valencia, pero es difícil olvidar ante quien se firman los descensos.