Esta dinámica, que mejora sensiblemente la completada entre agosto y diciembre de 2018, ha permitido al Valencia alcanzar la sexta posición en la Liga y aspirar a ser cuarto, la clasificación para la final de la Copa de Rey y estar en cuartos de final de Europa League, con claras opciones de acceder a las semifinales.
El Valencia perdió los dos primeros encuentros jugados en 2019, en Liga en Vitoria ante el Alavés (2-1) y en Copa del Rey en Gijón ante el Sporting por el mismo marcador, aunque posteriormente superó la eliminatoria.
De eso hace ahora tres meses y desde entonces el equipo solo ha perdido dos veces más en 24 choques: ante el Getafe como visitante a domicilio en Copa (1-0), marcador que neutralizó en la vuelta, y recientemente en Vallecas ante el Rayo Vallecano en Liga (2-0).
Tras este partido, en el entorno del Valencia se levantaron presagios negativos que el entrenador del equipo valenciano criticó en rueda de prensa tras la victoria de este domingo ante el Levante, al considerar que por un mal resultado todo se veía de color negro.
En estos 24 encuentros entre todas las competiciones, los valencianistas han sumado 14 victorias, ocho empates y las dos derrotas indicadas.
El cambio del Valencia en Liga ha sido sustancial al haber sido capaz de convertir en victorias los frecuentes empates de los primeros meses de la temporada.
Así, la obtención de 16 de los últimos 21 puntos le han permitido meterse en puestos de Europa League, a tres de la Liga de Campeones, con cinco triunfos, un empate y una derrota.
Además, alguna de estas victorias han sido de prestigio, como la lograda en el campo del Sevilla (0-1) o en Mestalla ante el Real Madrid (2-1).
Por lo que respecta a la Copa del Rey, el Valencia superó dos eliminatorias épicas ante el Getafe y el Betis, en el primer caso con dos goles en la prolongación del segundo encuentro y en la semifinal ante los béticos con un empate a dos en la ida, también logrado sobre la hora.
De esta forma, alcanzó la final contra el Barcelona, que se disputará el 25 de mayo en el Benito Villamarín de Sevilla y en la que el valencianismo tiene depositada una gran ilusión a pesar del potencial del rival.