Resulta prácticamente imposible aspirar al ascenso cuando se promedia casi dos goles encajados por partido. El equipo que dirige Luis César es el segundo más goleado de la categoría, sólo superado por el Córdoba, antepenúltimo clasificado. La peor marca del club en lo que va de siglo.
Con Gregorio Manzano en la temporada 1999-2000 el club encajó 24 goles en la primera parte de la campaña de Primera División, en la que terminó octavo. Sin embargo, en la 2000-2001 el club terminó decimosexto, aunque recibió sólo 25 goles al término de la primera vuelta.
En el descenso de la 2003-2004, el equipo que dirigía Fernando Vázquez le anotaron 26 tantos, diez menos que el actual Valladolid. También en Segunda fueron las cifras al mando de Mendilibar, en el año que se consiguió el ascenso, en el que la plantilla dejó en 15 goles la marca al finalizar los primeros 21 choques.
Ni en la temporada del descenso de JIM, donde el club encajó 33 goles, el conjunto pucelano tenía tan malas marcas. Los 40 goles que ha anotado (el más goleador de Segunda) no le servirán de nada a Luis César si sigue encajando tantos tan fácilmente como hasta ahora.