Los vallisoletanos aspiran a aprovechar la posible "presión" que puedan sufrir los 'periquitos' en su feudo, tras un mal inicio liguero, que les ha llevado a sumar solo cinco puntos, y situarles en puestos de descenso, aunque es solo "cuestión de tiempo" que "ocupe el puesto que se merece".
Lo vaticinó el entrenador del cuadro blanquivioleta, Sergio González, quien tiene claro que el Espanyol es un equipo "con un gran fondo de armario, que cuenta con jugadores de calidad y con capacidad desequilibrante, y se muestra sólido y expeditivo", de ahí que tenga clara su progresión futura.
Para el técnico catalán, supondrá regresar a su casa, y por ello confía en tener "un buen recibimiento" por parte de la afición, ya que no deja de ser "un chico de su cantera y un excapitán", si bien esa situación especial no impide que esté centrado en lo que se debe hacer para sumar los tres puntos.
"Creo que podremos hacerles daño en sus transiciones", ya que su juego les hace dejar espacios, pero también será primordial tener en cuenta su "conexión por dentro y la profundidad de sus laterales, que filtran bien los pases", hasta el último minuto del partido, puesto que ambos equipos saben que hay opciones, hasta que el árbitro pita el final.
Así, apeló a la "tranquilidad y confianza" para hacer frente a este compromiso ante un rival que necesita reivindicarse y terminar de acoplarse, para poder demostrar su potencial, pero que buscará, sobre todo, ofrecer una victoria a esa afición, y en esa "obligación" los vallisoletanos tratarán de sacar beneficio.