El Valladolid se niega a abandonar ese sueño llamado Primera División

En el Valladolid tienen muy claro que quieren seguir jugando en Primera División la temporada que viene. El conjunto vallisoletano le dio una nueva alegría al José Zorrilla a modo de segundo triunfo liguero consecutivo para colocarse a siete puntos del descenso.
Los blanquivioletas superaron por la mínima a un Girona también necesitado de puntos y con el mismo objetivo de sus rivales: para cerrar la permanencia en la máxima categoría del fútbol español. Sin embargo, las ganas las pusieron los muchachos de Paulo Pezzolano.
Desde el comienzo, la dupla formada por Gonzalo Plata y Larin demostraron que se iban a divertir sobre el verde, y así fue. En el minuto cuatro, el delantero controló un centro de Kike Pérez y le pegó con la derecha desde dentro del área, pero se fue fuera por muy poco.
En la siguiente jugada, el '25' volvió a meter el miedo en el cuerpo a Míchel con un cabezazo en el primer palo que se marchó por la otra parte de la portería. Los visitantes tuvieron que hacer dos cambios obligados por lesión y en el 24', Monchu no falló dentro del área.
Balón de Fresneda hacia la entrada de Gonzalo Plata, que se la dio de primeras a un Monchu que llegó desde atrás para pegarle de primeras con la zurda. El balón se coló cerca de la base del poste más alejado de Gazzaniga y el 1-0 subió al marcador para alegría del respetable.
A continuación, el combinado catalán presentó sus credenciales con el disparo potente de Javi Hernández. No obstante, eso fue el preludio de dos ocasiones seguidas de los locales, que bien pudieron colocarse con 2-0 y poner tierra de por medio en el encuentro.
En la primera, Sergio Escudero recorrió la banda izquierda para acabar con un zurdazo cruzado que desvió el meta rival. Luego, Plata caracoleó en la frontal y se la cedió de cara a un Kike Pérez que probó suerte con un zurdazo que lamió la cepa del poste.
Los segundos 45 minutos brillaron por la ausencia de peligro en las áreas en una segunda mitad marcada por el bloque bajo de un Valladolid que no dejó facilidades a un Girona que hizo lo que pudo para buscar encontrar un hueco que nunca llegó.
Los cambios y el cansancio hicieron que el ritmo bajara y la defensa de Pucela celebró los tres puntos. Con estos, el Valladolid logró respirar mucho más tranquilo y acortó en un paso el objetivo de la permanencia. Por su parte, el Girona siguió décimo, aunque sin los deberes hechos todavía.