Apuntaban maneras muchos de ellos desde chavales. En el Valladolid consideran que este Promesas es brillante, y que augura un gran futuro al primer equipo. Pero está siendo difícil encajarles en él.

La Primera División es muy exigente, y el Valladolid lo ha recordado, tras dos temporadas salvándose 'in extremis'. Se antoja fundamental reforzar al primer equipo, y no se está haciendo con el filial. El Pucela mantiene el bloque del ascenso y lo complementa con contados fichajes.

Eso está provocando que no pocos jugadores del Promesas tengan que salir para poder seguir creciendo. En Segunda B muchos han tocado techo y necesitan nuevos desafíos.

Frustrado el ascenso a la categoría de plata, el Valladolid se puso manos a la obra reconfigurar el filial. Muchos jugadores tenían firmado su salto al primer equipo esta temporada, y solo Kike Pérez parece tener sitio en él.

Algunos ya han salido, y otros saldrán cedidos esta temporada, siguiendo el ejemplo de Marcos André o Sekou. Víctor García, Alende y Doncel ya han abandonado el Valladolid, y Corral podría seguirles los pasos.

Más complicado está siendo el tema con Miguel, pues el Valladolid se resiste a dejarle ir al Leganés, amenazando el problema con llegar a la justicia deportiva.

El Real Valladolid no ha perdido la esperanza en la generación de oro del Promesas, simplemente no tiene sitio para ellos.