Massimiliano Allegri dejó a Cristiano fuera del once inicial en lo que fue la noticia del día en Italia. Los rumores se dispararon y Nedved tuvo que salir para asegurar que el futuro del portugués seguirá en Turín.
Con el portugués en el banquillo, Dybala fue el encargado de abrir la lata nada más empezar al recoger un buen pase de Bentancur a la olla. El argentino no tuvo piedad a favor de una Juventus que fue de más a menos.
Pero la 'Vecchia Signora' dejó mucho que desear, bien porque todavía tiene a jugadores como Chiesa, Locatelli o Cristiano con la batería a medio cargar. Antes de la primera media hora, Cuadrado rompió a su par, a Nuytinck, en el interior del ára y puso el segundo con un disparo cruzado.
Todo parecía ir por el mejor de los caminos sin saber que el Udinese iba a crecer en fe y en posesión. A Allegri no le chirrió perder el balón y ver al equipo varios metros más retrasado, así que lo acabaron pagando.
La segunda mitad fue una montaña rusa. El Udinese salió con tres marchas más en el cuerpo y Szczesny ayudó con un penalti que transformó Pereyra al engañarlo. A partir de ahí, todo se precipitó.
Morata estrelló un balón al poste y tanto Gotti como Allegri decidieron agitar el árbitro. Cristiano Ronaldo entró por fin en escena y en la primera que tuvo pudo hacer un gol de cabeza, pero su disparo se fue demasiado desviado cuando estaba prácticamente solo.
Bentancur también se encontró con la madera y la suerte le dio al Udinese, que también gozó de un regalo de Szczesny porque el portero quiso regatear dos veces en vez de quitarse el cuero de encima y fue la mejor decisión posible.
Okaka le presionó y Deulofeu acabó haciendo el empate a portería vacía. La Juventus dejó escapar ahí dos puntos, si bien todavía quedaba tiempo para esperar un rescate de Cristiano Ronaldo. Y llegó, pero al mismo tiempo que llegó se fue.
El delantero portugués saltó, cabeceó y puso el tercero con un gran potencia. Hasta se quitó la camiseta para celebrar con rabia, pero lo hizo demasiado rápido. El árbitro le dijeron desde la sala VAR que pudo ser fuera de juego y lo fue por escasos centímetros, quizá milímetros. Al final, Cristiano no se lo creyó y la Juventus perdió dos puntos en una decepcionante puesta de largo.