El VAR no es un obstáculo para la Champions

El Atlético logra uno de sus objetivos de la temporada a falta de dos jornadas para el final. Los de Simeone han sacado el billete para la Champions League 20-21 después de sembrar dudas antes de la vuelta de LaLiga tras el parón. Ya son 16 los partidos que acumulan sin perder.
El Cholo solo hizo dos cambios y conservó la pareja de ataque, mientras que Alexis Trujillo cambió a seis futbolistas en la idea de ir probando y dando minutos hasta el final de una temporada que ya está sentenciada para el conjunto bético. Eso sí, el Betis fue un auténtico dolor de muelas en los 90 minutos y dejó una buenísima imagen en el Metropolitano a pesar de la derrota final.
En el primer 'match-ball' ganó el Atleti. Le hacía falta una victoria, pero en el partido comenzó muy tímido, sin ocasiones hasta el minuto 22, momento en el que el VAR entró en escena y empezó a amargarle la vida a los 'colchoneros'.
El Betis ganaba en la posesión y se escapó del primer fogonazo. Correa voleó, perforó la red y el gol tuvo que ser anulado después de que el árbitro viera la jugada en el monitor y detectara una mano de Marcos Llorente.
En ningún momento bajó los brazos el Betis y tanto Loren como Guardado quisieron poner en aprietos a un Oblak siempre atento. Pero el VAR se encaprichó en ponerle clavos en el camino al Atlético y volvió a cazar a Morata en un fuera de juego milimétrico.
Tuvo que estar el partido parado varios minutos mientras se trazaba la línea y, efectivamente, el delantero estaba adelantado, y eso que definió de una forma muy parecida a la Fernando Torres en la Europa. El madrileño corrió, apuró, se la picó a Dani, golpeó en el palo y se coló dentro, aunque sin recompensa.
Antes del final del primer tiempo, Trippier tuvo que irse al sentirse indispuesto y Guardado también se marchó en dos cambios que tanto Simeone y Alexis tuvieron que hacer por obligación.
El segundo baile tuvo música, mucha música. El Betis siguió trabajando tanto que hasta tuvo más disparos y posesión en el Metropolitano, yéndose con un sabor agridulce porque se mereció algo más en la segunda mitad, en la que por momentos llegó a arrinconar al Atlético y a desesperar a Simeone.
Por si no tenía demasiados problemas el Atlético para abrir la lata, Hermoso perdió los papeles por un caño de Loren Morón y le hizo una entrada por detrás con la que vio la roja. El árbitro revisó la acción y confirmó que el futbolista debía irse a los vestuarios.
Simeone hizo tres cambios y el Atlético se desconectó tanto que dejó soñar al Betis, pero en ese momento salió la garra de Diego Costa. Carrasco le puso un balón templadito, el delantero saltó más que nadie y con un potente cabezazo la puso lejos de Dani.
Por supuesto, el VAR entró en acción por una posible mano y esta vez no tuvo el mismo final. El Atlético acabó imponiéndose a la justicia de la tecnología y a un fuerte Betis para poner rumbo a la Champions.