La primera gran polémica del Madrid-Atleti llegó después de una controvertida mano de Casemiro, que cortó un centro de Koke que buscaba el remate de Diego Costa. Todos los jugadores del Atlético protestaron la jugada reclamando penalti.
Sin embargo, Martínez Munuera decidió no señalar el punto fatídico. Tampoco le hizo falta acudir a la revisión del VAR, que obvió una jugada que pudo cambiar el sino del encuentro. Antes, Courtois salvó con la cabeza un mano a mano con Griezmann.
El trencilla, por tanto, vio como involuntaria la acción del centrocampista brasileño, cuyo brazo derecho se encontraba algo despegado del cuerpo. El Bernabéu enmudeció, pero la jugada acabó en saque de esquina.
Minutos después, de nuevo Courtois se ganó el sueldo solventando otro mano a mano, en esta ocasión ante Diego Costa. El belga tapó todo el espacio y desvió a saque de esquina entre el cuerpo y la mano izquierda.
Paradón de Courtois. #MovistarPartidazo pic.twitter.com/ScBgqMvaqY
— La Casa del Fútbol en Movistar+ (@casadelfutbol) 29 de septiembre de 2018