Los octavos de final de la Copa contarán con el VAR, y el sistema ya se tuvo que estrenar a las primeras de cambio, en el Sporting-Valencia con el que empezaba la ronda.
La jugada fue la siguiente. Salía el Sporting de su campo cuando, casi literalmente, Undiano Mallenco le quitó el balón. El colegiado navarro estaba mal colocado y estorbó a los futbolistas rojiblancos que salían a la contra.
Ese 'robo' devolvió al ataque al Valencia. La jugada continuó hasta que Dani Parejo pegó un zapatazo tal que hizo temblar la portería de Dani. El balón pegó en el larguero, botó en el césped y salió repelido al área pequeña.
Gameiro fue a rematar pero el asistente levantó la bandera. Undiano se llevó el silbato a la boca, pero no pito. La zaga del Sporting, confundida, no fue contundente y Gameiro cabeceó al fondo de las redes el balón. Entonces el colegiado señaló el fuera de juego del francés y el VAR se puso manos a la obra.
Había que dictaminar dos cosas. La primera, si el disparo de Parejo había entrado por completo o no tras la línea de gol. Pero en España hay VAR, no tecnología para evitar los 'goles fantasma'.
No hubo una toma que sacase de dudas a los árbitros de vídeo, por lo que hubo que seguir analizando la jugada, dando por hecho que el balón no traspasó en su totalidad la línea de meta.
Entonces el VAR analizó si Gameiro, en el momento del remate de Parejo, estaba o no en posición legal. Y eso sí era facilmente comprobable. El delantero francés del Valencia estaba en posición legal, habilitado por Juan Rodríguez, aunque por la serie de rebotes que precedieron a su remate pudiera parecer que estaba un metro detrás del último defensor.
8 de enero de 2019
Y así, el VAR actuó para dar el gol del empate momentáneo al Valencia. En cuanto en la sala de vídeo se pusieron manos a la obra, quedó claro que el gol del Valencia iba a subir al marcador, por mucho que los jugadores del Sporting protestasen.
Ya la única duda que quedaba por resolver era si el tanto iba a ser para Parejo o para Gameiro. La sucesión de acontecimientos parecía apuntar a que el tanto sería para el francés, y el acta lo corroboró.
La primera decisión del VAR en la Copa ha sido impecable. Tardó en sacar de dudas a todos, pero el tiempo fue bien invertido. Si hay que ponerle una pega, que sea a la imposibilidad de determinar si el balón superó o no la línea de gol.