Dos goles, uno en cada parte, bastaron para que el Real Oviedo mandara a la lona al Extremadura en un duelo de suma necesidad por la permanencia. Solo un punto separaba a ambos equipos antes de que el colegiado diese el pitido inicial, por lo que los azulgranas podían superar a los asturianos en caso de llevarse el gato al agua.
Pero todo comenzó a torcerse muy pronto. A los 16 minutos de partido Rodri remató un tiro mordido de Sangalli. El tanto subió al marcador en primera instancia, pero acto seguido fue anulado por fuera de juego inexistente. Entró el VAR y el árbitro concedió el que suponía el 0-1.
El empate lo tuvo tres minutos después Álex Alegría, pero su testarazo a la salida de un córner besó el larguero. El equipo azulgrana siguió intentándolo con ímpetu, mientras los visitantes se intentaban defender para llevar el partido a cauces de equilibrio. Algo que consiguieron en el tramo final de la primera mitad.
Ya en la segunda, Lomotey dio el primer aviso azulgrana nada más reanudarse el choque y Granero evitó acto seguido que Rodri hiciera el segundo. En un partido cada vez más accidentado en el que incluso un jugador aguerrido como Bolaños casi se lesiona, el Oviedo sentenció en el 65'.
Y no de cualquier forma. Con un golazo digno de Premio Puskas obra de Sangalli. El extremo se encontró un balón botando en la frontal del área y enganchó una volea espectacular que fue cogiendo altura hasta entrar por la misma escuadra.
El Extremadura estaba muy tocado, pero aún tenía gasolina para buscar el milagro. Lo intentó Álex Alegría en el minuto 79 y Lunin salvó un cabezazo potente de Nono en el 82'. El premio llegó en el añadido. Lomotey aprovechó un saque largo de Casto que prolongó Alegría y el ghanés remató de volea. Reacción tardía para un Extremadura que se queda ya a cuatro puntos de la salvación y sin que la jornada haya terminado.