Los castellonenses llegan al partido con el primer puesto del Grupo A garantizado, mientras que el Maccabi ya no cuenta con opciones de seguir en la competición, lo que no ha sido inconveniente para se vayan a desplazar unos 1.300 seguidores del equipo visitante.
Además, a esa asistencia masiva de aficionados se suma el hecho de que la presencia de equipos israelíes ya genera habitualmente un despliegue de seguridad especial que va más allá de lo deportivo y de la cantidad de aficionados que se desplacen.
En ese sentido, están previstas algunas movilizaciones de protesta contra la política de Israel respecto a Palestina, concretamente una concentración que tendrá lugar en una plaza cercana al Estadio de la Cerámica y a la misma hora del partido.
Según fuentes policiales, esa concentración se está convocando a través de redes sociales y llevará por lema "Tarjeta roja a Israel".
El pasado 30 de noviembre, la Comisión Antiviolencia acordó declarar este partido "de alto riesgo".