El Villarreal se recuperó del tropiezo en casa de la pasada jornada ante el Espanyol y se llevó un triunfo de valor de Mendizorroza, donde todo se agitó en los últimos instantes.
Fue Fernando Niño, canterano que apenas había jugado un suspiro en el primer equipo, el que arregló el desaguisado para los de Calleja con un golazo en el último instante.
Al 'submarino amarillo' le costó más de lo que parecía que le iba a costar desnivelar el choque ante el Alavés. Bacca adelantó pronto a los amarillos y el partido parecía perfecto para el 'submarino', que iba a poder contragolpear y a exprimir la velocidad del punta colombiano y de Samu Chukwueze.
El primer tiempo estuvo lleno de alternativas para ambos y Asenjo y Pacheco fueron grandes protagonistas ante dos ataques muy alegres.
Tras el descanso, el Alavés fue volcando el campo hacia la portería del meta del Villarreal, que se lució en un par de paradas meritorias que mantuvieron con vida a su equipo.
También Samu pudo sentenciar a la contra, pero se topó con un imbatible Pacheco, que dejó todo abierto hasta el final.
Cuando el Villarreal saboreaba el triunfo y lograba dormir el choque, la garra del Alavés permitió un nuevo giro de guion al choque. Joselu no perdonó en un mano a mano con Asenjo y puso las tablas con menos de diez minutos por delante.
El 1-1 invitaba a ambos a dar por bueno el empate, pero el Villarreal quería más e iba a encontrar el tesoro de la mano de un canterano. Filtró un gran pase Trigueros y Fernando Niño controló aún mejor y fusiló a Pacheco en el último suspiro.
El tanto permitió al Villarreal sumar su sexto triunfo seguido a domicilio entre Liga y Copa y hace preguntarse a Calleja lo que podría haber logrado su equipo si hubiera tenido regularidad. Precisamente, la irregularidad también mantiene abajo a un Alavés de Garitano que deberá seguir sufriendo.