El serbio Luka Milivojević fue uno de los jugadores del Crystal Palace que pudo poner en apuros a Alisson Becker. Su lanzamiento de falta directa mediado el segundo tiempo fue casi gol. Casi.
Porque bajo palos, enfrente, estaba Alisson Becker, un portero por el cual el Liverpool desembolsó una millonada, y que con intervenciones como ésta amenaza con estar amortizado antes de que termine la primera vuelta.
El disparo superó la barrera, en la que únicamente saltó James Milner (porque fue un lanzamiento tan perfecto que superó holgadamente el muro 'red'), pero cuando todo Selhurst Park ya cantaba gol, apareció Alisson.
Y mientras todo el estadio se lamentaba de la ocasión perdida, en la banda se jugó otro partido. Jürgen Klopp celebró la parada de su portero como si hubiera sido el 0-2 para los suyos, mientras que Roy Hodgson agachó la cabeza y aplaudó. Quizá animando a sus pupilos, quizá reconociendo el mérito a Alisson. Sólo él lo sabe.
20 de agosto de 2018