El Watford recupera su pólvora a tiempo y hunde al Aston Villa

El Watford necesitaba ganar ante un rival directo como el Aston Villa y vaya si lo hizo. Los locales debían conseguir tres puntos para mantenerse vivos en la lucha por la permanencia y gracias a un doblete de Deeney y un tanto de Sarr se llevaron el encuentro.

El choque comenzó con un ritmo bastante lento, ninguno quería que el partido se descontrolase y el miedo invadió a ambos. La primera mitad fue buena prueba de ello, aunque los locales iban a tener su premio al filo del descanso.

La capacidad anotadora de los de Pearson está siendo nula esta temporada, pero esta jornada Troy Deeney quiso demostrar lo contrario en el minuto 42. El ariete fue el único capaz de perforar la portería defendida por Tom Heaton gracias a un rechace que le dejó solo en boca de gol.

Tras la reanudación, el ánimo de ambos equipos fue bien distinto y comenzó a imperar una gran agresividad en el terreno de juego. La expulsión de Mariappa debido a dos amarillas en a penas diez minutos fueron buena prueba de ello.

A pesar de tener un jugador más, el Aston Villa no fue capaz de igualar la contienda y los locales se encontraron con un regalo. En el minuto 67 Jack Grealish, desesperado en el encuentro, perdió un balón que acabó en una gran polémica. Matt Targett esaba tendido en el terreno de juego y por su banda llegaría el penalti de la discordia.

El VAR revisó la jugada por si la posible falta previa sobre el lateral podría revertir la situación, pero para disgusto de Dean Smith la decisión inicial imperó. Desde el punto de penalti Deeney no falló y logró el segundo para su equipo.

Con el partido prácticamente encarrilado y con el conjunto de Villa Park perdido sobre el terreno de juego llegaría la sentencia. Capoue se aprovechó de su velocidad para poner un centro lateral que finalizó bien Ismaïla Sarr para poner el definitivo 3-0 en el marcador a falta de 20 minutos para el final.

Con este resultado el Watford se mete de nuevo en la lucha por la permanencia y el Aston Villa parece que coge el rumbo que ya siguió la temporada pasada el Fulham, una inversión millonaria que no evita el descenso.