Todo comenzó con el clásico vídeo que un aficionado subió a las redes. En él se escuchan toda clase de improperios y exabruptos dirigidos al futbolista egipcio del Liverpool.
"Fui a ver el West Ham-Liverpool y estoy disgustado por lo que escuché. Gente así no merece estar en nuestra sociedad, ni mucho menos en los partidos de fútbol", dijo el aficionado que publicó el vídeo.
No tardó en viralizarse, y el West Ham ha anunciado que investigará lo sucedido, y que el club tiene "tolerancia cero" con las actitudes racistas de sus aficionados.
La Policía Metropolitana de Londres, por su parte, confirmó a la agencia 'Reuters' que las imágenes están siendo analizadas para investigar a fondo lo sucedido.