El Arsenal llegó a la ciudad sueca de Östersund, donde disputa partido de Europa League. Una vez acomodado el equipo, Wenger quería un rato de relax. El alsaciano pensó que por qué no acompañarlo de un buen whisky... y eso ha enfadado a su afición.
La secuencia la detalló el diario 'OP', que consiguió la información a través de un empleado del hotel que se fue de la lengua. Al parecer, Wenger pidió que le llevaran a la habitación una botella de Mackmyra, el mejor whisky de todo el país.
'Daily Mirror' se hizo eco del asunto y, rápidamente, las redes sociales se llenaron de críticas hacia un entrenador que vive años nefastos a cargo del Arsenal. Esta temporada, como viene siendo habitual, tampoco es la del Arsenal.
De hecho, diversas informaciones aseguraron que Wenger sólo continuará en el Arsenal si consigue la clasificación para la Champions, la cual tiene ahora a ocho puntos. Por si fuera poco, el francés criticó al futbolista inglés recientemente y ello tampoco gustó. Ahora, el whisky de la discordia le ha traído otro buen carrusel de 'palos'.