El Trofeo Zamora de Segunda División fue para Munir, lo que le ha dado un hueco en la historia del Málaga. Concretamente, en su museo. Y es que el guardameta ha donado sus guantes para que luzcan en la vitrina de 'Símbolos Blanquiazules' en La Rosaleda.
Munir fue el menos batido de la categoría de plata con 29 goles en los 38 partidos en los que jugó, 0,76 de promedio. Superó a Alberto Cifuentes (Cádiz) y Diego Marino (Sporting) para ganarse ese espacio entre los más ilustres del malaguismo.
"Es un orgullo compartir vitrina con leyendas del Málaga, con nombres tan grandes como Duda y Van Nistelrooy. Ha sido para no olvidar este año tan difícil, con un premio a ese esfuerzo y ese sacrificio de este año, que recordaré con mucho cariño", dijo el marroquí en declaraciones para los mediso del club.
Sobre el 'Zamora', Munir quiso hacer hincapie en el colectivo: "Es un premio que me llevo yo, pero es un premio al equipo, al esfuerzo de todos, porque sabíamos que era importante no encajar goles y eso demuestra el compromiso de todo el equipo".
"Es de alabar que un equipo que estuvo peleando por la permanencia consiguiera un premio como el 'Zamora'. Como equipo dice mucho del compromiso de todos, porque si echas la vista atrás, los equipos que han quedado Zamora han ascendido o peleado por ello", añadió.
Insistía Munir en este concepto: "Tiene muchísimo mérito lo que ha hecho el equipo, demuestra el compromiso y el esfuerzo de todos, desde el delantero hasta la defensa, por pelear por no encajar gol".