Un golazo es un golazo. Da igual cuando se produzca. Sea la final de la Champions o un amistoso de pretemporada, con se dio el caso en esta última ocasión.
Fulham y West Ham se encontraban preparando sus respectivas temporadas del nuevo curso cuando Manuel Lanzini decidió sacar magia de su bolsillo.
El argentino pescó un balón suelto al borde del área y, sin pensárselo dos vences, le pegó con la diestra un zapatazo que superó al portero rival y golpeó en el larguero antes de entrar a gol.
27 de julio de 2019