Un equipo que no conocía la derrota en casa y otro que llevaba 12 partidos sin perder. Una fuerza imparable contra un objeto inamovible se encontraron en Gran Canaria y fue el Real Zaragoza el que salió victorioso del duelo de rachas ante una UD Las Palmas que pagó demasiado caro su falta de contundencia atrás y de pegada en el área rival.
Con la confianza por las nubes en su feudo, el equipo de Pepe Mel salió con ganas de dominar y acabar con esa racha de invencibilidad de un Real Zaragoza que, aunque tuvo algún pequeño acercamiento, estuvo en manos del cuadro canario durante la primera media hora. Jesé y Jonathan Viera hacían diabluras y el equipo local no paró de rondar el gol hasta que lo encontró.
El mismo lo firmó en el minuto 23 un Jonathan Viera que, en un libre directo, mandó el esférico al fondo de la red en una acción que parecía más un centro-chut que un disparo a portería. El tanto dejó al borde del abismo al Zaragoza durante varios minutos, pero el conjunto maño sacó lo mejor de sí para igualar la contienda en el último cuarto de hora.
En una acción sensacional de Fran Gámez, que salvó un balón de salir por línea de fondo de tacón, Bermejo puso el 1-1 con un buen disparo con su pierna zurda. Una diana que fue un mazazo para una UD Las Palmas que no pudo encontrar de nuevo el ritmo y se marchó al descanso con sensaciones contrapuestas tras lo visto en los primeros 45 minutos.
La segunda parte comenzó con Las Palmas queriendo reiniciar el choque y tratando de imponer de nuevo su control y dominio, pero las cosas se le pusieron feas al cuadro de Pepe Mel de buenas a primeras, pues Álvaro Giménez, en boca de gol, ponía en el minuto 54 el 1-2 y daba la vuelta de manera completa al gol de Jonathan Viera.
Pese al revés, el conjunto local no cedió en su idea y la misma poco a poco daba frutos. Las ocasiones y las aproximaciones al área maña no cesaban, aunque el gol no llegó hasta que Cristian Álvarez, en un error de bulto tras un balón blandito de Jesé, le regaló a Benito Ramírez el 2-2 en el 67'.
Ese tanto espoleó a una UD Las Palmas que fue un auténtico ciclón en los siguientes diez minutos y estuvo muy cerca de poner el 3-2, pero el villano Cristian Álvarez fue héroe esta vez para mantener a su equipo de pie. Sus intervenciones cobraron mayor importancia poco después cuando Álvaro Giménez, aprovechando la pasividad de la zaga canaria, remató a placer en el corazón del área para subir al electrónico el 2-3.
Con un cuarto de hora por delante, el equipo de Pepe Mel se fue arriba con todo, pero Cristian Álvarez se hizo enorme y comandó desde la portería una resistencia maña que certificó el triunfo a domicilio y ratificó el gran momento de un Zaragoza que se colocó a las puertas del 'play off' de ascenso.