Desde el primer minuto, se pudieron ver dos disposiciones en el terreno de juego. El Zaragoza apostaba por el juego de toque y la posesión, mientras que los de Gijón tiraban de chispa para sorprender al conjunto local. Las dos propuestas eran buenas, pero los de Víctor Fernández se llevaron el envite.
Un excepcional Lod puso por delante a los sportinguistas en el minuto 8, a la contra. Los contragolpes de los visitantes estaban siendo muy duros para el Zaragoza, que seguía intentando defenderse con el balón en los pies. El gol del empate llegó de las botas de Álvaro Vázquez a 6 minutos del descanso.
En la pausa a mitad de partido, José Alberto aprovechó para alentar a los suyos, o al menos es lo que pareció cuando el Sporting salió lanzado a la segunda mitad. Otro tanto de Lod nada más comenzar los segundos cuarenta y cinco minutos evidenció la chispa que los visitantes le pusieron al encuentro.
Desde entonces, y poco a poco, el Zaragoza fue imponiendo su ley. Alentados por la afición y fieles a su estilo, los locales se acercaban cada vez con más peligro al área rival. El técnico introdujo a Papu en el campo justo antes de un córner y el delantero marcó en esa misma jugada el gol del empate.
Cuatro minutos después, Álvaro certificó su doblete para poner por delante al Zaragoza, que ya estaba lanzado. El Sporting no renunciaba al partido, pero se veía superado por el manejo del centro del campo de los locales y las internadas de Carlos Nieto.
Víctor Fernández lo volvió a hacer con el gol de la remontada. En esta ocasión, el efecto no fue tan rápido, pero otro cambio del técnico propició el cuarto gol de los locales, obra de Marc Gual. El delantero puso la sentencia en La Romareda y ató bien fuerte la permanencia para el Zaragoza.