Las sorpresas que da la vida y las sorpresas que deja la Segunda Division del fútbol español. El Cerro del Espino acogió este sábado uno de esos partidos que quedan para el recuerdo.
La primera sorpresa del encuentro se dio en los últimos minutos del primer tiempo. Después de toda una primera mitad con dominio del Zaragoza, que disfrutó de la posesión del balón y de las ocasiones más claras, el equipo de Antonio Iriondo consiguió abrir el marcador.
Salida en conducción de Héctor Verdés y golazo de Aitor Ruibal, que estaba prácticamente solo ante Cristian Álvarez. Estaba muy cerca de la línea de fondo el balón, pero consiguió marcar Ruibal el 1-0.
El Zaragoza se fue a vestuarios con sabor agridulce. Dominó, pero no supo aprovechar las jugadas y, fruto de una contra, encajó el primero de la cita. Sin embargo, la tarde deparaba más acciones y logros inesperados.
Tras la reanudación, la balanza estuvo más equilibrada. Ambos conjuntos presionaron y jugaron bien defensivamente, aunque el Rayo Majadahonda se había armado de valor y confianza al ver el electrónico a su favor.
Con ello, llegó en el ecuador del segundo tiempo el 2-0, tras la combinación de Aitor Ruibal, Iza Carcelén y Fede Varela, que aprovechó un rechace para meter el balón por el centro de la portería.
Lejos de achantarse, el Zaragoza afrontó los goles en contra motivado en una remontada, y así fue. El primero de los maños llegó en el minuto 74 de partido, tras un control orientado de Soro y el remate que se coló por la escuadra izquierda.
Quedaban por delante 16 minutos que aprovecharon los de Víctor Fernández ante un Rayo Majadahonda demasiado confiado en que la victoria estaba sentenciada.
Eguaras puso tablas en el marcador tras un golpeo con el empeine del pie derecho y tras varias intentonas consecutivas de los visitantes.
Al encuentro le quedaban diez minutos por delante que fueron desesperantes para ambos equipos, en busca de un ansiado gol que rompiera el empate. Sin embargo, el deseo compartido no se cumpió.