El cambio sufrido por el FC Zúrich es surrealista. El equipo, que ganó la pasada edición de la Liga Suiza con 14 puntos de diferencia sobre el Basilea, ostenta la plaza de colista y está a seis puntos de distancia del penúltimo clasificado.
La situación se torció nada más levantar el título de campeón, puesto que André Breitenreiter, el técnico que llevó al equipo durante la pasada campaña, abandonó el equipo para firmar con el Hoffenheim.
Franco Foda, ex seleccionador de Austria, ocupó su puesto y no llegó a tres meses en el cargo. El Zúrich se despidió de la Champions ante el Qarabag en la primera ronda. La eliminación en la Copa Suiza contra el Lausanne, de Segunda División, provocó la destitución de Foda y la llegada de un interino hasta que Bo Henriksen tomó las riendas.
Pero no todo es malo. La victoria ante el Bodo/Glimt provoca que lleguen a la sexta jornada de la fase de grupos de la Europa League con posibilidades de acceder a las eliminatorias de la Conference League mediante la tercera plaza.