Si alguien necesitaba ganar este viernes era el Celta. Después de seis jornadas consecutivas sin conocer la victoria, los de Óscar García se jugaban mucho, especialmente para no entrar en una zona de descenso de la que es complicada salir. Y el técnico celeste llegaba con el agua al cuello por muchos problemas que tenía encima de la mesa, como el 'caso Hugo Mallo', pero su equipo respondió.
El Celta volvió a contar de inicio con el lateral gallego. El equipo jugó bien por momentos, con sus 'cracks' entiéndose arriba y maniatando a un Elche que ya de por sí tiene un planteamiento de dejarse dominar para tratar de salir a la contra. Aunque, en los primeros minutos, el conjunto ilicitano fue un equipo totalmente distinto al del Benito Villamarín.
De hecho, su buen arranque de partido, como ante el Valencia, le valió para adelantarse en el marcador a los tres minutos. Un penalti por mano precisamente de Hugo Mallo fue revisado por el VAR y De Burgos Bengoetxea lo señaló: exactamente, el brazo ocupó un espacio que no era natural y cortó la trayectoria del balón. Un acierto antes de varios errores que tuvo la actuación arbitral.
Fidel, que en el 38' se fue lesionado, anotó la pena máxima 'a lo Panenka'. Y el Celta se vio atenazado por los nervios en los primeros minutos. Hasta que amainó la tormenta, a partir del minuto 20 de encuentro, el cuadro gallego fue un flan en defensa, y nada convincente en ataque al margen de la pizca de magia que aportaba don Iago Aspas.
Pero el Celta se lo empezó a creer y comenzó a amenazar por mediación de Brais Méndez, tras sendas asistencias de Aspas y Denis Suárez. Hay mucha calidad en el ataque del Celta, y cuando no es uno, es otro... Sin embargo, enfrente se interpuso un tal Édgar Badía, el portero revelación de la temporada en Primera, que amargó la noche a los visitantes.
Con el dominio en su mano, el Celta fue capaz de empatar al filo del descanso. Buena pared con Aspas y disparo de Santi Mina que sorprende al guardameta franjiverse. Empate justo al descanso visto lo visto. Y el conjunto celtiña aprovechó esa buena dinámica de juego para seguir adueñándose de los mandos del encuentro en el segundo tiempo.
Y el Celta perdonó. Aspas, Nolito, Hugo Mallo, Brais... Demasiadas opciones para un club que se está jugando tanto. Lo bueno para los de Óscar, que evitaron que el Elche se sintiera cómodo arriba, ya que los de Almirón solo tuvieron una de Tete Morente en el tramo final de choque y un cabezazo elevado de Josema dentro del área.
El partido fue precioso, un toma y daca constante. Aunque también apareció la polémica, pues Aspas y todo el Celta recriminaron a De Burgos Bengoetxea que no expulsara a Lucas Boyé, ya con una amarilla cuando abrió el brazo y realizó una broche sobre Brais Méndez. Pero no vio nada punible y finalmente el empate a uno se instauró en el electrónico del Martínez Valero. A seguir sufriendo, pero ya tras el parón de selecciones.