Empate en un trámite con más olor a despedidas que a goles

Europa se quedó lejos para el Granada y la salvación llegó para salvar al peor Getafe de la 'era Bordalás'. Con esos objetivos cumplidos, la última jornada en el Nuevo Los Cármenes se quedó sin alicientes, y el partido no acompañó.
Diego Martínez, que suena para sustituir precisamente a Bordalás en el banquillo azulón, apostó por Luis Suárez y Jorge Molina en punta de ataque, pero el gol se escaqueó en la última jornada y las ganas de vacaciones sobresalieron.
Sin embargo, el Getafe mostró un poco más de ímpetu en el inicio del encuentro, con la ilusión de cerrar la temporada dándole alegrías a una afición que no ha recibido muchas a lo largo de esta temporada.
Pero Granada y Getafe se parecen mucho. Prácticamente, al margen del nivel en la plantilla, son dos espejos cuando se enfrentan. El conjunto nazarí salió algo más agazapado, aunque prontó tomó el mando del encuentro para acercarse a la portería de Yáñez.
Bordalás introdujo importantes novedades, como el guardameta, Iglesias, Chema o Take Kubo, pareja de baile en el ataque de Enes Ünal. Fue el turco el único que amenazó a Aarón en la portería rojiblanca con un zapatazo directo al larguero.
En el otro área, Luis Suárez añadió el picante colombiano con la presión sobre la defensa del Getafe, que en ningún momento se complicó. Germán pidió penalti del ex granadinista Nyom por un codazo involuntario y, un minuto después, Yáñez casi sale de su área con el balón en las manos.
Si en la primera parte ya se veía la poca predisposición de ambos equipos por buscar el gol, en la segunda ya fue descarada. Bajaron la guardia. Solo Machís agitó un poco la coctelera tras salir en el descanso, pero no más allá de un par de buenas jugadas por banda.
Aleñá puso el susto en el tiempo de prolongación con un centro de falta bastante peligroso. Nadie remató y la temporada acabó en el Nuevo Los Cármenes con un empate feo. Los focos estaban en otro lado. ¿Qué pasará en ambos banquillos? Solo el tiempo dirá.