El día en que Emre Çolak iniciaba su segunda etapa en Riazor fue inolvidable. Para bien y para mal. Porque el momento en que consiguió dar la vuelta al 0-1 con que se había puesto el Racing se le vino encima.
Corría el minuto 54. El turco se arrancó con un gran eslalon. Tras caño y buen movimiento de amago en la frontal, conectó un zurdazo imposible para Luka Zidane. Y para poner Riazor patas abajo.
Hasta ahí, todo felicidad. De pronto, las cámaras enfocaron al jugador de Fernando Vázquez y algo no cuadraba: su rostro era de incredulidad y tristeza. Y es que acababa de ver la roja.
El colegiado Ávalos Barrera le había mostrado la segunda amarilla por saltar la valla de detrás de la portería e irse con los aficionados del Deportivo a la grada. Una acción que recordó a una expulsión de Diego Costa ante el Sporting en el Wanda y que fue muy criticada.
Reglamento en mano, la segunda tarjeta era incuestionable. Por suerte para él, el Deportivo pudo abrochar otra importantísima victoria.
16 de enero de 2020