Chipre y Colombia tienen pocas cosas en común. Si acaso, que ambos países empiezan por la misma letra. Pero a más de 11.000 kilómetros de su casa, hay tres futbolistas que están tratando de comenzar con éxito su andadura en el fútbol europeo.
Luis Arturo Peralta, de 24 años, Yair Castro, de 19 y Rodrigo Rivas, de tan sólo 18 primaveras, conviven en el mismo vestuario, el del Doxa Katokopias, un modesto club de la Primera División chipriota. Los más jóvenes, acaban de llegar. El primero, ya ha debutado y marcado.
El más mayor, es también el más conocido. El ariete, formado en el Deportes Tolima, con poco más de la mayoría de edad se fue a las categorías inferiores del Gimnasia y Esgrima La Plata argentino. No tuvo continuidad, pero sabe lo que es marcar en la Primera División, lo hizo en su debut y ante San Lorenzo.
Por su parte, Castro y Rivas esperan contar con la ayuda de su compatriota, que comprenderá perfectamente lo difícil que es estar tan lejos de casa a tan corta edad. Ellos, además, tienen el hándicap del idioma, aunque es cierto que en el Doxa hay también españoles y argentinos. El primero es centrocampista y el segundo, extremo o delantero.
La idea de los tres es crecer al mismo ritmo que su equipo, que no ha comenzado excesivamente bien la Liga, con un punto de nueve posibles. Lo que sí está claro es que en Chipre, a 11.000 kilómetros de Colombia, cuando el Doxa Katokopias logre una victoria, en el vestuario se bailará la cumbia.