Si hay alguien en el Barcelona que no olvidará la temporada 2019-20, ese es Ivan Rakitic. El croata pasó de jugarlo literalmente todo con Valverde al olvido del técnico. Tras su salida y la llegada de Quique Setién, Rakitic recuperó algunos galones, aunque ya no ha vuelto a tener tantos como antaño.
En medio de rumores de salida al Sevilla, el centrocampista charló con 'Mundo Deportivo' en pleno confinamiento y analizó su complicado comienzo de temporada.
"Tuve una primera parte de la temporada muy rara, muy incómoda y sorprendente para mí, pero de ahí tengo que aprender varias cosas e ir mejorando. A veces pasan cosas que uno no entiende, pero que no debe entender sino aceptarlas", arrancó el centrocampista balcánico.
"Con la gente que he hablado, tampoco me ha podido dar una explicación o algo concreto. Todo el mundo me dice que en el fútbol pasan cosas que uno no entiende, que hay que tirar para adelante. A mí lo que más me dolió no fue jugar o no jugar, sino la manera. No puedes estar en un sitio aunque tú quieras si quieren a otro jugador", recalcó Rakitic.
El jugador del Barcelona reconoció que no tiene constancia de que el equipo quisiera que se fuera: "Si hubieran querido que me hubiera ido a otro equipo, da igual dónde, me hubiera gustado que me lo lo dijeran. Uno tiene una idea pero, si no funciona, yo he demostrado en los anteriores cinco años que se puede contar siempre conmigo. Seguramente, he hecho muchos favores a compañeros y entrenadores, y he demostrado que se puede contar siempre conmigo, y si fuera esa la razón, más me dolería".
Valverde dejó de contar con él de la noche a la mañana, aunque también es cierto que Sergio Busquets pasó a tener menos minutos de juego y hubo que hacer sitio a Frenkie de Jong.
Rakitic analizó el cambio de técnico experimentado por el Barça y aseguró que a todos les ha costado bastante: "Tuve un bajón mentalmente, pero yo quería trabajar duro, dar lo mejor, estar cerca de los compañeros y del cuerpo técnico. Llega otro entrenador y llega con nuevas ideas, otra manera de comunicar... pero de lo mío no ha cambiado en nada porque yo siempre he querido dar lo mejor de mí. La transición no ha sido fácil, ni para el equipo ni para el entrenador, pero creo que en este momento lo acoplamos muy bien y lo estábamos tirando adelante y fue una pena que tuviéramos que parar".
El croata negó que haya comenzado con los guiños ahora, aunque sí que confesó su deseo de volver a jugar en el Sevilla. "No es ahora, dependiendo de la situación, que hago un guiño como vosotros lo llamáis. Yo tengo un cariño especial al Sevilla, pero directamente a la ciudad, tengo allí a mi familia. Siempre he dicho que sería un gran sueño volver a vestir esa camiseta, lo saben todos, pero no es una decisión solo mía, de si lo quiero yo o no, tiene más cosas por detrás. Monchi y todos en Sevilla tienen mi teléfono, aún no me han llamado".
Para concluir, además de agradecer al personal sanitario, Rakitic mandó un mensaje al club: "No soy un saco de patatas con el que hacer cualquier cosa. Si es aquí, encantado, si no, iré donde yo mismo decida, no donde a quien sea y le dé la gana decida. Esos comportamientos hacia mí ya saben que no me gustaron y lo tienen bastante claro. Eso es lo más importante".