Aterrizó en el Real Madrid con solo 16 años y con la etiqueta de ser una potencial estrella, pero su fútbol no llegó a dar tanto el nivel como para jugar en el primer equipo.
Esto le llevó a Odegaard de nuevo a su país, a pasar por el Heerenveen y el Vitesse, siendo este último un club en el que brilló con 11 goles y 12 asistencias.
"Para relajarme me gusta ver series. A veces suelo jugar a las cartas con mi hermano y mis abuelos. Cuando las cosas van bien sientes que puedes hacerlo todo y estoy en un buen momento", comenzó el noruego.
Tan buen papel le dio crédito para regresar al Real Madrid y la Real hizo lo posible para conseguir una cesión que le está sabiendo a gloria. Odegaard es uno de los mejores del equipo vasco.
"No me importa estar o no en una portada de un diario. Hago mi trabajo y lo que me gusta. Recibía mucha atención y en el Real Madrid tuve muchas críticas negativas, tal vez demasiado. Era todo blanco o negro. Me concentro en el día a día para seguir mejorando", continuó.
El centrocampista confesó que tiene un plan personal de trabajo al margen de la Real: "Trabajo con alguien que conocí en el Real Madrid y trazamos un plan para ver qué comer, cómo entrenar... Esta persona ya no está en el madrid y ahora trabaja por su cuenta".
"El fútbol ha sido mi vida desde muy pequeño y todo fue muy rápidamente. Jugué con la Sub 16, la Sub 19 ,la Absoluta y luego fiché por el Real Madrid, así que fue un periodo loco", aseguró un Odegaard que se montó en una espiral.
Ya para terminar, el noruego destacó su compromiso con la Real: "Quiero estar en la Real dos años porque quiero estabilidad. Eso es lo que un jugador quiere si está un año aquí y otro allá. Hubo muchos equipos interesados aparte de la Real, pero aquí me sentí bien".