El Arsenal no querrá ni oír hablar de Anfield. Cinco derrotas en sus últimas cinco visitas, 21 goles en contra en los últimos seis partidos en Merseyside... el Liverpool volvió a demostrar cuál de los dos equipos es el vigente campeón de la Premier League y avasalló a los 'gunners' en el terreno de juego. Que no en el marcador, que pudo haber sido muchísimo más abultado.
Los de Jürgen Klopp saltaron al terreno de juego como si el silencio en Anfield no fuera sepulcral y miles y miles de gargantas hubieran entonado el 'You'll never walk alone' en los prolegómenos del partido. Porque los locales segaron a sus rivales durante unos primeros 45 minutos en los que solo cometieron un error. Lo pagaron, sí, pero el culpable se rehizo después del fallo y todo quedó en una anécdota.
El conjunto londinense se replegó sobre su portería y defendió con los once futbolistas en 40 metros. Mantuvo las líneas juntas y apenas ofreció hueco en la retaguardia, pero cuando combinan los Sadio Mané, Mohamed Salah y compañía... suele aparecer el más ínfimo espacio y, cuando lo tienen, te generan peligro con asiduidad.
Van Dijk, Mané y Salah probaron fortuna durante el primer tramo del encuentro, pero se toparon con un Bernd Leno que tuvo que recoger el balón del fondo de las mallas en tres ocasiones. Bien sabe Arteta que podrían haber sido muchas más veces si no es el alemán quien hubiera defendido la portería. El ex del Bayer Leverkusen sobresalió.
Y cuando más apretaban los locales y más sufrían los visitantes llegó el clamoroso fallo de Andrew Robertson: erró en el intento de despeje y lo que provocó fue que Alexandre Lacazette, en el peor remate que conectó durante todo el partido, batiese a Alisson y pusiera a los suyos por delante en el electrónico cuando menos lo merecían.
La incercia del campeón
Pero el Liverpool tardó nueve minutos en darle la vuelta al electrónico. Mané aprovechó un despeje del guardameta visitante para devolver el equilibro al marcador antes de que se cumpliera la primera media hora de juego y, en el 34', Robertson se rehizo de su error en el 0-1 para culminar la remontada 'red' tras un gran envío lateral de Alexander-Arnold.
Los de Klopp mantuvieron un primoroso dominio que se tradujo, al filo del descanso, en el 72% de la posesión del balón. El Arsenal, apático, no despertó hasta que Arteta no dio entrada en el terreno de juego a Dani Ceballos. El centrocampista español le lavó la cara al cuadro del Emirates Stadium y, durante diez minutos, manejó la batuta del juego en Anfield.
Lacazette pudo empatar en ese corto periodo de tiempo en el que los 'gunners' llevaban la iniciativa, pero, al igual que Leno apareció cuando le tocó, Alisson le negó el gol al delantero francés con dos intervenciones de mérito. Y entonces el Arsenal volvió a dormirse, el Liverpool inclinó el campo hacia la portería visitante y Diogo Jota sentenció el encuentro en el tramo final.
El atacante portugués tuvo diez minutos para demostrar su valía, y lo hizo. Lanzó desviados dos disparos en dos minutos desde la frontal del área y halló el premio que tanto buscaba a falta de dos minutos para la conclusión. Desde la media luna, firmó el 3-1 en su debut en la Premier League y cerró el choque de Merseyside. Los de Klopp se hicieron con los tres puntos e hicieron evidente que el Arsenal es todavía un equipo en construcción, precisamente lo que hizo -y de qué manera- el técnico alemán en el Liverpool.