Siete puntos de ventaja es una renta considerable, óptima cuando febrero encarrila su tramo final. Es la distancia que el Barcelona tiene con su inmediato perseguidor liguero, un Atlético de Madrid que le ha recortado puntos en las dos últimas jornadas.
En la última fecha, el Barcelona se dejó dos puntos inesperados ante un Getafe sólido, que tiró de trabajo en equipo y constancia para arrancar una unidad de todo un Camp Nou. Este último tropiezo no se ha borrado de la mente de Valverde, que presentará su equipo de gala ante el cuadro de Mendilibar.
Un equipo, el vasco, totalmente al alza. Tiene la Europa League a tiro, por lo que en Ipurua sueñan despiertos. Motivos tienen de sobra, aunque saben que la empresa de esta tarde es bastante compleja. No obstante, todos los precedentes han terminado con victoria azulgrana. El balance es demoledor: 21 goles para el Barça y sólo cuatro para el Eibar.
Pero la presión, en este caso, está más presente que nunca en el bando 'culé'. No sólo porque el Atlético llegue desde atrás oliendo sangre, sino también por el encuentro de Champions que está a la vuelta de la esquina. El Chelsea, que goleó en FA Cup, espera detrás de la puerta sabiendo que el favoritismo está en Barcelona.
Piqué no se perderá el partido en Eibar, después de dejar atrás unas molestias en su rodilla. Le necesita Valverde, a pesar de que Yerry Mina ofreció buenas sensaciones en su debut en el Camp Nou. Todo sea por volver a sacar tres puntos de Ipurua. De lo contrario, el Atlético tendrá otra opción para seguir recortando.