Los árbitros están desenfundando menos tras la vuelta del fútbol en la Primera División española. Un estudio de ProFootballDB, laboratorio de datos de BeSoccer, lo ha comprobado. Se sacan menos cartulinas, se expulsa a menos futbolistas y, de hecho, hay menos faltas.
Antes del parón, la media de cartulinas amarillas por partido era de 5,17; después, de 4,86. Esto supone una reducción del 6,06%. Respecto a tarjetas rojas directas, la media ha pasado de 0,09 por choque a 0,06, una bajada del 32,92%. Hay que recalcar que este porcentaje es alto debido a que, aunque la diferencia es poca, los valores también.
Las tarjetas rojas por segunda amarilla también han ido a menos. Su anterior media era de 0,14; la actual, de 0,09, un 39,10% menos. Uniendo esta estadística a la de las rojas directas, se obtiene la media de expulsiones: 0,23 por partido antes, 0,14 después (reducción del 36,77%).
Que se amoneste menos a los futbolistas coincide con que estos hagan menos faltas. La Liga preCOVID-19 tenía 25,83 infracciones por partido; la pos-COVID-19, 25,66: la caída es del 0,66%. Llama la atención de que, aunque haya casi las mismas faltas, las amonestaciones se hayan reducido bastante.
Los goles también han ido a menos. Antes de la crisis, se marcaban 2,54 por encuentro; tras la crisis, 2,29. La bajada, en este caso, es del 9,84%. Los penaltis han sido uno de los factores que han ayudado a mantener las dianas: se marcan más, se fallan menos y se paran menos.