Lo tuvo el Ajax en su mano, lo defendió con uñas y dientes el Bayern. En un partido esquizofrénico, con un final que tuvo de todo, el cuadro de Kovac salió victorioso pese al empate. El objetivo, cumplido. El Bayern terminó primero de grupo y el Ajax, un gran Ajax, será 'fruta prohibida' para sus rivales en el sorteo de octavos.
Porque este Ajax no es el equipo bisoño de temporadas anteriores. Sigue repleto de juventud, pero compite como hacía tiempo que no se recordaba. Por eso puso contra las cuerdas al Bayern, que se benefició de los errores atrás del conjunto holandés. Desde el 81', el Johan Cruyff Arena vio hasta cuatro goles.
Lewandowski abrió fuego en el minuto 13, resolviendo como el 'killer' que es dentro del área. Un rechace cayó a pies de Gnabry, que conectó por dentro para el polaco, que no perdonó. Tuvo infinidad de ocasiones el Bayern, que se pudo marchar con una goleada a favor al intermedio. No fue así y el descanso lo cambió todo.
Tadic, empujando un servicio de Van de Beek, elevó los decibelios de la cancha holandesa en el 62'. La alegría se tornó en decepción cuando Wöber, cinco minutos después, se autoexpulsó con una salvaje entrada. No obstante, Müller igualó en cuanto a animaladas y pateó la cabeza de Tagliafico, al que dejó sangrando. Se fue a la calle, obviamente.
Con dos jugadores menos sobre el terreno de juego, uno por bando, Boateng cometió un penalti torpe que Tadic no perdonó. Quedaban nueve minutos más el añadido y todo se descontroló. Tagliafico devolvió el regalo, Lewandowski marcó desde los once metros y Coman, tras un error grosero del Ajax, sentenció el asunto.
Aún hubo tiempo a un gol más, el que Süle anotó contra su propia portería en los últimos segundos de encuentro. No hubo tiempo para más. El Bayern terminó primero y con dudas, mientras que el Ajax sigue soñando en una temporada en la que todavía puede dar algún susto más. Eso ya será en octavos.