Una máquina que comenzó arrasando al principio de temporada y que ha ido debilitándose con el uso. El Real Madrid vive una situación complicada después de caer en la Copa del Rey en el Santiago Bernabéu a manos de un Leganés que se ha encaprichado para hacer historia en el torneo del 'K.O.'.
Tras un nuevo batacazo, toca reflexionar y mirar hacia adelante. En LaLiga, las opciones se han esfumado viendo a un Barcelona metiendo marchas hacia el título jornada tras jornada. Zinedine Zidane no tiene problemas a la hora de afirmar que su puesto peligraría si cae en la Champions League, el campeonato que podría salvar la temporada del francés al frente del banquillo.
"¿Si peligraría mi puesto por caer ante el PSG? Está clarísimo", afirmó el propio Zidane tras caer en la Copa. Pero el entrenador francés puede coger oxígeno si echa la mirada hacia atrás para ver lo que consiguió Heynckes en la temporada 1997-98.
En aquel curso, el técnico alemán se sacudió la presión y terminó levantando la 'Orejona' después de caer en la Copa del Rey y quedarse sin opciones en LaLiga. Por el mismo camino va este Madrid de Zidane.
Se dice pronto, pero la temporada del Real Madrid se fijan los 180 minutos de la ida y la vuelta de la Champions League. Todo comenzará un 14 de febrero en el Santiago Bernabéu y en la tierra del propio Zidane se decidará todo. Ganar en el templo blanco será clave, pero ahí es donde el Madrid tendrá que espantar a su primer fantasma: 4 derrotas de 18 partidos en el Bernabéu no invitan a soñar con el mejor de los escenarios frente al PSG, pero tumbar al equipo de la delantera más cara de la historia relanzaría la moral de un equipo caído en Copa y en Liga.
El Madrid ya piensa en levantar la cabeza porque para Zidane y para sus jugadores no está todo perdido. La tercera consecutiva todavía es una posiblidad para un equipo que está acostumbrado a revivir en la Champions... y lo necesita más que nunca.