32 años, pero la ilusión de un canterano. Lógico, en la madurez ha encontrado Enric Gallego un hueco en la élite después de buscarse las habichuelas en varias facetas. Trabajó de todo, jugó en todas las categorías. Ahora, es la ilusión del Huesca.
Lo ha demostrado en los tres partidos que suma en tierras oscenses. Un delantero total, que rindió a excelso nivel en el Extremadura antes de llegar a Primera. Ante el Valladolid, en un día grande para el Huesca, marcó su primer gol.
No quedó ahí la cosa, ofreció un recital de cómo debe jugar un '9'. De espaldas, cayendo a las bandas, peleándose con la defensa rival. Su modo de ver el fútbol ha llevado incluso a Francisco a modificar su plan de juego.
Ahora hay más balón largo, más centros al corazón del área gracias al esquema de tres centrales y dos carrileros. Una nueva fórmula para soñar con una salvación que sigue difícil, pero no imposible.