El Mónaco demostró el porqué de su actual situación deportiva, diezmada por problemas en la dirección que se extrapolan al césped. En el Wanda Metropolitano, el cuadro monegasco partió dormido y en menos de dos minutos ya iba perdiendo.
Koke fue el encargado de abrir brecha en el marcador, aunque lo hizo con la ayuda de un zaguero. El centrocampista chutó y el balón rebotó en Badiashile, lo que provocó un cambio de trayectoria que sorprendió a Benaglio.
Lo cierto es que la zaga del Mónaco dejó patente todas sus dudas. Koke avanzó sin problemas hasta la frontal del área, sin ningún zaguero que le saliera al paso. Demasiado fácil para el internacional español.
Acto seguido, las cámaras enfocaron a un Thierry Henry que maldijo su mala fortuna desde la banda. Su cara expresó claramente el sentir del Mónaco y su afición, tocada y casi hundida desde hace varias semanas.
28 de noviembre de 2018
28 de noviembre de 2018