Nunca se han llevado mal. No al menos tan mal como se ha llevado el equipo pucelano con el Real Burgos, el Salamanca o la Cultural Leonesa en el pasado. Numancia y Valladolid afrontan esta final del 'play off' por el ascenso como su primer duelo a cara de perro, después de 22 partidos entre Primera y Segunda en los que generalmente se han impuesto los blanquivioletas.
El Real Valladolid ha ganado diez de estos enfrentamientos, mientras que sólo seis se han decantado del lado soriano. En los seis restantes hubo un empate.
Todo comenzó en 1999 con un choque en Primera División en Los Pajaritos, que el Numancia se llevó por 1-0 con gol de Rubén Navarro. No tardarían en vengarse los pucelanos, que ganaron el choque de la segunda vuelta (2-0) y sumarían tres partidos más sin perder ante los de Soria (2-0, 0-0 y 3-1).
En 2006 llegó la segunda victoria del Numancia ante el Valladolid. Tuvo lugar de nuevo en Los Pajaritos en un choque con goles que finalizó con 3-2 para los sorianos, dirigidos entonces por Andoni Goikoetxea.
Tras dos nuevas victorias vallisoletanas (2-0 y 1-2), ambos equipos se volvieron a ver las caras en Primera División. De nuevo en Los Pajaritos y de nuevo con victoria local, en un espectacular choque en el que los locales remontaron de manera heroica en cuatro minutos para ganar por 4-3.
Fue un período propicio para los sorianos, que aguantaron sin perder en Zorrilla (0-0) y que volverían a llevarse la victoria en una borrachera de goles en el primer enfrentamiento de la 2010-11, ya con ambos en Segunda. Aquel día, el Valladolid llegó a ir ganando por 2-0 y 3-1, pero acabó cayendo por 4-5 de nuevo con un gol de los sorianos en el último instante.
El 3-3 de Soria fue el comienzo de varios resultados favorables para el equipo blanquivioleta en la actual década. Desde entonces, el Valladolid ha ganado cinco partidos (2-1 y 1-4 en la 2011-12, 0-1 y 4-0 en la 2014-15, y 0-1 hace un mes, en la 2017-18).
En este tiempo, el Numancia sólo ganó dos (2-1 en la 2016-17 y 2-3 en esta misma 2017-18, tras remontar un 2-0 en Zorrilla) y se produjeron tres empates (dos veces 2-2 en la 2015-16 y 1-1 en la 2016-17).
Un duelo amistoso que dejará de serlo durante 180 minutos y que acabará por premiar la modestia y la fe en sí mismo del Numancia o el mayor peso histórico y la mayor calidad blanquivioleta.